lunes, 28 de enero de 2019

Las dos funciones de los sistemas de clasificación

Las dos funciones de los sistemas de clasificación[editar]

Más allá de los resultados de los análisis filogenéticos, todas las escuelas coinciden en que la formalización de taxones en sistemas de clasificación tiene dos funciones, en miras de ser un servicio para todo un abanico de usuarios finales, que no siempre pueden hacerse coincidir:
  • Deben permitir hacer identificaciones,18cita 26​ o visto de otra manera, deben funcionar como un sistema de almacenamiento y recuperación de datos; para lo que cada taxón debe estar claramente delimitado: un espécimen encontrado del que se pudieran obtener los estados de sus caracteres, debería poder ubicarse inequívocamente en un taxón conocido. Los científicos en todas las disciplinas deben utilizar los taxones como unidad de trabajo, y publicar los resultados de sus trabajos en relación al taxón estudiado. Por lo tanto los nombres científicos de los organismos, los taxones formales, deben representar el consenso de la comunidad científica, sólo de esta forma funcionan como llave de acceso a un cuerpo de información que refiere siempre al mismo grupo de organismos, aunque esté disperso en libros y revistas escritos en muchas lenguas por diferentes autores, o proceda de diferentes campos de la biología o la divulgación: como idealmente hacen referencia los taxónomos, "El nombre de un organismo es la llave hacia su literatura".cita 27
  • Deben permitir hacer predicciones18cita 26​, o pronósticos (que a diferencia de las predicciones no están ligados a un método sino a un autor, en este caso el autor de la clasificación y quizás también el autor final) y dar explicaciones. Por ejemplo, cuando se encuentra un compuesto de interés médico en una planta, es común que haya interés en investigar si ese compuesto se encuentra también en otras especies relacionadas con ella; una taxonomía bien armada debería permitirle al investigador presuponer a priorilos límites de su investigación para los que sea más probable confirmar sus hipótesis y ahorrar esfuerzos de muestreo.18
La decisión de si armar la clasificación para predecir o para identificar recorrió toda la historia de la taxonomía; las dos funciones coincidirían en una clasificación que fuera al mismo tiempo "natural" como "artificial",cita 28​ es decir cuyos conceptos taxonómicos sean "naturales" y cuyos taxones sean "artificiales" —como siempre lo son, en las definiciones aquí manejadas—, con claves de identificación que la reensamblen en grupos con parecidos superficiales y por lo tanto muy poco predictivos, pero con reglas de decisión explícitas con las que se llegue con facilidad al taxón terminal.cita 26​ La dificultad radica en que si se hace el ejercicio de buscar un solo carácter que sea diagnóstico de un taxón (si el organismo posee un estado del carácter, pertenece al taxón, si posee otro estado, no pertenece al taxón, invariablemente, es decir una clasificación monotética), se notará que esta búsqueda puede fallar al menos potencialmente en todos los grupos "naturales", debido a que todos los caracteres son inestables en algún grado y pueden evolucionar, y otros pueden presentarse como polimorfismos y el mismo estado coalescer de forma de encontrarse en parte de taxones diferentes, y esta situación también se encuentra si se toma un conjunto de caracteres. La forma alternativa de circunscripción es proponer los estados de forma probabilística, esto es, un organismo es miembro de un taxón si posee un número muy alto de estados de caracteres similares a la descripción del taxón, especialmente de los poco lábiles.cita 29​ El mismo algoritmo politético dará siempre el mismo resultado, basado en las probabilidades, pero a veces puede no ser el esperado. Aquí se encuentra la diferencia fundamental entre lo que los autores llaman clasificaciones "naturales" y "artificiales": en la clasificación natural, la determinación es una probabilidad de estar acertado, dicho de otra manera un porcentaje de veces se espera que la determinación llegue al taxón correcto pero no al concepto taxonómico esperado. Esto es porque el grupo (el concepto taxonómico) existe independientemente de si el taxónomo lo circunscribió correctamente, e independientemente de la clave de identificación utilizada. En las clasificaciones artificiales, con tanto taxones como conceptos taxonómicos artificiales, la determinación, aunque provenga de un pesaje probabilístico de los caracteres, siempre es la correcta, aunque el grupo no resulte ser lo que el taxónomo tenía en mente. El trabajo del taxónomo se manifiesta en su habilidad para corregir los grupos artificiales creados por el hombre (los taxones) de forma de acercarlos cada vez más a los grupos naturales (los conceptos "naturales") con cada agregado de información nueva.nota 4

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